
El Regal Barça ganaba por más de treinta al Caja Laboral, su rival en la última final liguera. Sin embargo, en aquel último periodo, cada canasta del rival en un encuentro que ya estaba más que sentenciado, dolía como si se trataran de puntos decisivos que le daban la vuelta al partido. Los gestos de rabia de los jugadores barcelonistas, que se cabreaban consigo mismos cuando algún baskonista se atrevía a anotar canasta, fueron una constante.
menuda defecacion de barsa
ResponderEliminar